Educativos:

Durante más de un siglo, la opinión dominante en la comunidad de los sociólogos es que hay límites casi infranqueables entre las ciencias sociales y las ciencias naturales. De acuerdo con este punto de vista las diferencias en la naturaleza del campo de la investigación daría lugar a una gran diversidad de modelos teóricos, herramientas conceptuales, métodos y técnicas, que haría que las ciencias naturales y los mundos sociales muy diferentes y, a veces incluso opuestos. Este trabajo tiene como premisa una opinión diferente. Las diferencias entre los campos de investigación de las ciencias naturales y las ciencias sociales no serían tan insuperables, y la interacción entre el conocimiento de estas disciplinas. El volumen se centra en las influencias recíprocas entre estos entornos, y en particular sobre el desarrollo de las teorías de la evolución de las ciencias sociales, con especial referencia al campo de la sociología. En particular, se destacan los cambios experimentados por los enfoques evolutivos: desde una perspectiva etnocéntrica, vinculada a la experiencia histórica de Occidente y al mito del progreso, a una pluralidad de modelos y herramientas que se utilizarán en varias líneas de reflexión e investigación. En resumen, lo que emerge es una evolución de las teorías de la vida social

y cultural, lo que puede dar lugar a nuevos puntos de vista del mundo social y sus cambios.

Quizás ha llegado el momento de detenerse y aprender a ver de nuevo el mundo. O lo que queda de él y de una realidad que se disuelve ante nuestros ojos, dominados como estamos por el imperio de la técnica, siempre ávidos de novedades, sometidos a una prisa constante, ahítos de información pero faltos de sabiduría. Mèlich propone una apertura resuelta a la complejidad y ambivalencia del mundo, también a sus aspectos sombríos y dolorosos. Porque urge rescatar un sentido, frágil y precario ante el desvalimiento de nuestra naturaleza y la hostilidad del tiempo presente.